Omega Force continúa ofreciéndonos desarrollos de primera calidad centrándose en el género hack’n slash. El día de hoy os traigo el análisis de Warriors Orochi 4.
El análisis se realiza de la versión de PlayStation 4, aunque también podrías disfrutarlo en Xbox One o en ordenadores.
UNO DE LOS MEJORES HACK’N SLASH
Omega Force continúa sorprendiéndonos dentro del género hack’n slash, pudiendo disfrutar de las mejores batallas contra multitudes incontables de enemigos.
Un total de cuatro largos capítulos nos esperan en el «Story Mode», girando la historia alrededor de unos brazaletes mágicos. Serán la clave de todo el lío que se ha formado, devolviendo a sus entornos a los personajes protagonistas.
Podemos apreciar personajes de grandes sagas queridas de este género como «Dynasty Warriors» o «Samurai Warriors». Y es que uno de los puntos más favorables de la obra es su inmenso elenco.
CIFRAS ENVIDIABLES
Este mundo alternativo tendrá que se resuelto, aunque para mí personalmente podría quedarse así ya que la mezcla es de lo mejor que hemos visto en el género.
El total de personajes disponibles es de más de 170 personajes únicos, una cifra que no ha alcanzado prácticamente ningún lanzamiento y mucho menos tan airosa como este título.
Deberemos ir desbloqueando a estos protagonistas, animándonos a jugar cada vez más al título.
DOBLE DE EXPERIENCIA CON LOCAL
En cuanto a la forma de combatir se ha añadido la posibilidad de usar magia, además de la sencillez a la hora de usar tres botones de acción correspondientes.
La forma de avanzar es a través de diversos entornos llenos de enemigos con misiones como salvar a x persona, conquistar x zona y demás elementos de estas características.
Además por primera vez se puede disfrutar de la experiencia en cooperativo local, algo que esperemos ver a partir de ahora. En cuanto a elementos online, disponemos del Battle Arena para seis jugadores, centrado en capturar bases por equipos.
En definitiva una obra que cumple y progresa en la mayoría de sus aspectos, siendo donde menos vemos progresión en su aspecto visual.