El día de hoy voy a hablar de una obra que ya nos trajo SEGA en el año 2006 para la legendaria consola Nintendo Wii. Se trata de la séptima entrega de la saga «Super Monkey Ball» y ahora llega a nosotros bajo el nombre de «Super Monkey Ball: Banana Blitz HD».
Las plataformas elegidas para este regreso son: Nintendo Switch, ordenadores, PlayStation 4 y Xbox One. Aunque todo lo que voy a hablar a continuación es a raíz de mi experiencia con la versión de la plataforma de Sony.
PERFECTO PARA DESCONECTAR Y PARTIDAS RÁPIDAS
Comenzaré destacando el buen trabajo que han hecho adaptando esta obra y lo perfecto que es para disfrutar de partidas esporádicas y cortas. Al tener niveles con cronómetro podemos ir avanzando prácticamente sin darnos cuenta de nivel en nivel.
Los niveles consisten en diferentes circuitos, donde para llegar a la meta, deberemos hacer gala de una buena coordinación y habilidad. Al final de una serie de circuitos, siempre nos encontraremos con un jefe final para derrotar.
La forma de jugar será mover el mapa mientras controlamos la velocidad de nuestro personaje en una «burbuja» o una «bola». Cada vez será más complicado ya que tendremos rampas y obstáculos que nos harán caer al vacío a la mínima.
SONIC SE UNE A LA DIVERSIÓN
Además de la vertiente principal que acabo de explicar, la obra también cuenta con una buena variedad de minijuegos, un total de diez. En ellos tendremos diferentes mécanicas que le dan el dinamismo que necesita la obra.
Un complemento muy necesario ya que sin él, el videojuego se hubiera quedado corto en cuanto experiencia se refiere. Desgraciadamente la obra no cuenta con ninguna novedad más allá de una clasificación online, y la inclusión de Sonic como personaje (un punto MUY a favor).
En ella podemos comparar nuestras puntuaciones con otros/as jugadores/as del mundo, bien sea en el modo Contrarreloj o en el Decatlón.
UN BUEN TÍTULO PARA JUGAR EN SOLITARIO O EN COMPAÑÍA
Antes de terminar con este breve escrito, querría comentar el descontento con haber pasado de 50 minijuegos a un total de 10 minijuegos. Una decisión polémica ya que gran parte de la diversión proceden de este tipo de actividades.
Por lo demás es un título perfecto para disfrutar en solitario o en compañía, y logra traer de vuelta una marca muy querida por muchos. El diseño de los niveles es fantástico y la precisión de los controles también es algo a destacar.
Si buscas un título que no te haga exprimirte el cerebro y poder desconectar con algo rápido de jugar, esta es tu obra. Eso sí, cuidado, ya que puedes quedarte horas en la pantalla intentando superar la puntuación de un nivel, ¡es muy adictivo!.