Continuamos con los retornos de grandes marcas para la nueva generación, y en esta ocasión nos encontramos con el regreso de «Jagged Alliance». Se encuentra disponible tanto en PlayStation 4 como en Xbox One y ordenadores.
Yo personalmente he tenido el placer de poder disfrutar de la primera mencionada, una propuesta de estrategia bastante interesante que voy a desengranar en las siguientes líneas del análisis.
COMBATES POR TURNOS
Han pasado más de 20 años desde su primer estreno allá por 1995, y ha tenido bastantes altibajos desde entonces. Ahora gracias a THQ Nordic tenemos el placer de volver a disfrutarla con «Jagged Alliance: Rage!».
Se trata de una entrega muy acertada en jugabilidad, presentando una obra de movimientos por turnos con un mapa global. Deberemos ir gestionando nuestros ataques y heridas para alcanzar los objetivos marcados.
Lo mejor es que como el rival también tiene sus propios movimientos, no nos será tan fácil superar los retos. Siempre se agradece cierto toque de dificultad que nos ponga en más de un aprieto y no sea un paseo.
IDEAS INTERESANTES
Además no solo tendremos que tener en cuenta los movimientos, sino que nuestro personaje necesitará hidratarse y cuidarse perfectamente. Podemos incluso extraernos balas y curarnos de ataques anteriores.
Una dinámica de lo más interesante que hace que este título gane muchos puntos, resucitando la marca. Desgraciadamente no podemos disfrutarla en cooperativo local, pero sí que han apostado por un cooperativo online.
Se nos permite jugar la campaña al completo con otra persona a través de internet, se podría haber implementado también la otra opción.
A MEDIO CAMINO
A pesar de todo lo bueno comentado, la obra no acaba de encajar por ciertos aspectos como que los escenarios se quedan algo planos y pequeños. Además los diseños y el rendimiento técnico deja también bastante que desear.
Cuenta con un buen doblaje al castellano pero que no oculta lo comentado en el anterior párrafo. Una obra que no rinde correctamente y no tiene un buen esquema general, echa a perder buenos elementos como el doblaje y la propuesta estratégica.