Un nuevo videojuego se nos presenta centrado en «metroidvania» bajo el nombre de «Feudal Alloy». Se encuentra disponible tanto en ordenadores como en Nintendo Switch.
Yo he tenido la oportunidad de disfrutar de la segunda comentada, donde se nos presenta un protagonista que es un robot con una cabeza en forma de pecera.
NOS TOCA IR DE AVENTURAS
Su aldea ha sido arrasada por y se han llevado todos los suministros, por ello Attu, un granjero que no había tenido ocasión de ir de aventuras, inicia su particular incursión.
Se trata de una obra equilibrada donde la exploración juega un papel muy importante en el desarrollo de los acontecimientos. Deberemos encontrar por dónde debemos avanzar a la vez que combatimos con los enemigos.
Además se ha introducido una forma de progresión, donde desbloqueamos habilidades a través de diferentes chips. Algunas de ellas nos servirán para resistir más o producir más daño.
EL SISTEMA DE CALENTAMIENTO DA PARA JUGAR
Y es que la resistencia será un punto clave a la hora de combatir, ya que tendremos una barra de cansancio. Eso provocará que si se nos agota, no podamos realizar un ataque o lo hagamos más lento.
Dependiendo del lugar donde nos encontremos esta barra se consumirá más rápido, por ejemplo a causa del calor. Por ello diversos objetos que encontraremos en la trama, nos ayudarán en la labor.
Por lo que, en definitiva, tendremos que ir jugando con la progresión de las habilidades, los objetos que obtengamos y la gestión de nuestra resistencia.
POCO RIESGO
Sus gráficos simulando un cómic o caricatura le dan un encanto especial y personalidad. Desgraciadamente es en el único momento donde podemos encontrar esta virtud.
Vuelvo a destacar que no es un mal videojuego, pero al no arriesgar o presentar novedades, se queda plano en el aspecto de lo personal. Además tiene un problema de repetitividad en cuanto a enemigos.
Por lo demás nos encontramos con un metroidvania muy recomendable, donde su punto y acierto más importante es el sistema de calentamiento y su control de movimiento.