Análisis | Dragon Quest Builders

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Que hay mejor para hacer un domingo que leer un análisis de un nuevo videojuego que podría interesarnos y acabar entrando en nuestra lista de reyes magos o Papá Noel. Con un poco de retraso, pero por fin os proporcionamos nuestra opinión sobre Dragon Quest Builders.

Una especie de spin-off de la saga que intenta seguir la dinámica de Minecraft respecto a la construcción. Os vamos dejar la review de la versión de PS4, pero debéis saber que también se encuentra disponible para PSVita.

DRAGON QUEST HA VUELTO CON PICO EN MANO

A pesar de nuestra breve introducción, NO debéis equivocaros, ya que para nada se ha convertido la marca en un Minecraft, es más, en nuestra opinión ha superado sus cimientos con creces. ¿Por qué?, porque mantiene la esencia de Dragon Quest mientras tenemos que dar rienda a nuestra imaginación y salvar una ciudad.


Y es que no por ser un videojuego centrado en la construcción no tiene por qué no tener narrativa, nuestro objetivo será sacar a flote una ciudad, empezando por una habitación y terminando por toda la isla.


Para poder exprimir al 100% todo lo que nos ofrece el desarrollo, comienza con una especie de tutorial donde aprendemos las mecánicas más indispensables para ir tirando: desde los puntos de vida hasta el indicador de hambre, pasando por el inventario. Incluso crearemos nuestra primera arma o herramienta.

LA PROGRESIÓN ES LA CLAVE

El título se desarrolla en un total de cuatro capítulos por lo que tenemos diversión y entretenimiento para rato. Y aunque parezca que puede estar chupado, que es cosa de niños, al principio todo se nos hará totalmente cuesta arriba.

Estaremos allí con nada en los bolsillos y deberemos arreglárnoslas para conseguir no morir de hambre e ir levantando simples habitaciones.  Tampoco esperéis que al principio podréis optar a todo, ya que a lo New Super Mario Maker, se irá desbloqueando mientras vamos avanzando.

Diversa gente se acercará para unirse al pueblo y nos hará diferentes peticiones que deberemos cumplir, y así iremos descubriendo o desbloqueando material más extenso para darle a nuestra civilización otro toque de color.

JUGABILIDAD SENCILLA, BIEN IMPLEMENTADO

Lo mejor sin duda alguna es el colorido de los gráficos y el buen rollo que transmite, la esencia Dragon Quest está ahí y se agradece. Para quien le interese debemos destacar que para pasar de capítulo es necesario enfrentarse al jefe final de cada uno, y para ello conseguir el nivel cinco en cada ciudad.

Ya que ahora NO somos nosotros los protagonistas sino el entorno, así que aunque no veamos un progreso de niveles de los personajes, se aprecia en la historia que es lo que importa. A pesar de ello los habitantes son totalmente indispensables así que tratadlos bien, y sobre todo habrá que protegerlos de los ataques de las criaturas. En definitiva se trata de una especie de RPG sin ser RPG, mezclado con construcción.

Por lo tanto iremos alternando nuestro lado de albañil, el cual será puntuado dependiendo de lo que creemos, con nuestro lado salvaje de las batallas, así que no habrá tiempo de caer en la monotoneidad. Otro aspecto a alabar es que la construcción no se hace nada pesada, ya que tal como está implementada es una delicia ir progresando.

ALGUNOS PEQUEÑOS FALLOS

Pocas veces disfrutas tanto con un título, por ello al terminar te quedas con ganas de más retos o misiones. Eso esperamos que tenga fácil solución brindándonos con una secuela en algún momento de los próximos años.

Los combates ya no son por turnos, sino que pasan a ser un tipo de machacabotones bastante sencillo y dinámico. No os deberéis preocupar por aprender los botones ya que son intuitivos, el problema es que pueden fallar de vez en cuando así que tendrás que cogerles el truco exacto, lo más desesperante es el control de la cámara sin lugar a dudas.

También queríamos comentar que al ser una entrega exclusiva de sistemas PlayStation hubiera sido fantástico contar con la opción cross-save, muy útil para las personas que se desplazan con cierta frecuencia. Como ya vimos en el reciente World of Final Fantasy, del cual os dejamos el análisis a continuación.

LIMITACIÓN DENTRO DE LA LIBERTAD

Sentiremos que estamos ante una labor importante y que el paso del tiempo se nota y es que no sólo nos encontraremos con dificultades como los enemigos. Percibiremos el paso del ciclo día y noche, que con los gráficos ya comentados, quedaremos totalmente encantados/as.


La exploración es otro de sus puntos destacables logicamente aunque está algo limitada, ya que si no hemos avanzado en la historia, habrá zonas bloqueadas por una barrera invisible. Por lo que dentro de la libertad, se entorna algo lineal en ese aspecto.

Si después de llevar a cabo vuestra labor de salvar el mundo tenéis ganas de más, nos ofrecen un modo libre llamado Terra Incógnita, donde la edificación y originalidad será lo único que nos tiene que preocupar. Además podremos disfrutar de creaciones de otros/as jugadores/as mientras compartimos nuestras obras de arte para dejar claro quién manda.

NOTA FINAL

Nuestro veredicto final es que es la mezcla perfecta de todo lo que nos puede gustar, desde Minecraft con la construcción hasta Dragon Quest Builders con todas las demás características: personalidad, monstruos, esencia…

Una duración estupenda, ya que para descubrir todos los secretos de cada capítulo te tendrá horas entretenido con el mando, que consigue a pesar de ello dejarte con ganas de más gracias a su originalidad y dinamismo. 



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